Le duelen a Inés las cuencas de los ojos, tiene una espina en la garganta y otra en la muñeca, se le clava la cueva laberíntica de la realidad agazapada a los pies, a Inés Infante le duele la vida en sus dos espinas corporales.
Le esta haciendo un sombrero a la sombra de su sombra, al negro que la cubre y la enmudece, a la manta que la tapa en verano y la destapa en invierno…un sombrero de palabras, de la paja acumulada en las cuencas, de manga ancha y silencio extenso, de espinas y cola de avión.
Le esta haciendo un sombrero a la sombra de su sombra, al negro que la cubre y la enmudece, a la manta que la tapa en verano y la destapa en invierno…un sombrero de palabras, de la paja acumulada en las cuencas, de manga ancha y silencio extenso, de espinas y cola de avión.