9.28.2008

Sendero sideral para los ojos que declinan


Inés sueña una nave que desdoble el universo en verso infinito y concluya cosido a las piernas del mar, viaje al centro del centro izquierdo que perdido anda y vuelve a coserse a las piernas madre, vuele horizontes Infantes en la desembocadura del pensamiento

y edifique letra a letra una pirámide de luces, una alfombra de letras en el destino paso que adormece la noche y junte las manos con un nudo, de caricias una nave que se antoje a tu figura y venda palabras en la boca del metro, al infinito verso vuele en su holgura de deudas y sonrisas conformando un poema donde acallar la vida.

9.02.2008

Inés Infante 73



Hoy es uno de esos días en que Inés se siente mucho mas extraña de lo normal, lo mira todo pausadamente con sus ojos extraños, camina sin saber donde va, piensa en poesía y se desnutre de los anclajes humanos, las palabras se confunden con silencios y confusión Infante, se entreteje de soledad. Extraña Inés su cuerpo, cada costilla derecha es un dolor continuo, quiere mimarse Infante de nubes, desea encontrar y busca el exilio la paz que acaricie sus manos lentamente.

Hoy es uno de esos días en que Inés Infante siente la desubicación en sus arterias, se tropieza con los versos amasijo en la boca de su estómago, agotamiento de su propio personaje y nubes entre sus sienes que Infantes buscan cariño en los sentidos básicos del querer, retoza avergonzada en su pereza y los golpes de un martillo en la pared de la tierra la despiertan cansada y cansada piensa en silencio la vida o la poesía.