10.06.2007

Inés Infante 40



Inés Infante escala una montaña bajo el océano en escasez de oxígeno, estalactitas de posos de café y nieve marina complaciendo el paisaje, puliendo la postura, susurrándole…Observa lejanas sombras de distancia y con la humedad llega el sueño,con la doble redondez, Inés sale de la chistera y pasea sin temor a los adoquines, en vaqueros nuevos, estirada.

Siente Inés Infante hormigas en los brazos y extenuación, las ideas vibran, el cambio de tercio, los ordenamientos de aire agua y tierra, la desordenan…le vibra infante el vientre enredado, descienden las pérdidas de los cabos sueltos y dentro del esqueleto de una ballena se encuentra Inés.

1 comentario:

Eva Gaos dijo...

Suenan los copos al compás del tiempo invertido,
se adhiere un cafe que no consigue modificar la silueta y pienso,
cambiamos chistera por sombrero de copa? puede ser que resulte, o puede que no, qué más da, ahora, da igual.