Inés Infante es, líquido esculpido de las fauces de un lobo, atropello de intuiciones a compases alternos, placebo de niños, una teta y otra teta, boca a pedazos bebiendo su sangre, colilla mal apagada, del hambre el cenicero, anoréxica de lo continuo. Es una perra soñadora Inés Infante, una miga, una cordillera anímica, una tormenta con su espacio lleno de palabras y tachones donde se deconstruye y se reforma, donde quiebra su cintura antes de echar a correr.
6.16.2007
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1 comentario:
Inés Infante aniquila con su palabra la idea primera y huye, para después volver, y construir con sus fauces de perra loba gacela una verdad.
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