Inés Infante tiene un no entre el pero y el sí, lo mima entre silencios de algodón sin mirarlo a los ojos para que no le lloren, le falta a Inés, no lo encuentra por ningún rincón de la memoria y lo pinta en sueños con palabras, pinta Infante el sí azul, levanta la cabeza y tiembla de acantilado.
Hay un pero entre las dos primeras costillas de Inés, lo mira borroso erguirse de buena mañana y ni lo saluda, le da un empujón y cae sobre la alfombra de ropa sobre los azulejos de suelo porcelánico y ajeno, se hace daño en las muñecas, en el presente, le duele el suelo que pisa y tiembla de acantilado, abre la puerta y un vendaval le arranca la ilusión del cuerpo.
Y un no, embrión del seísmo que la sacude toda la noche como a una niña con fiebre, una perra parturienta y como a una gilipollas, Inés Infante abre la ventana y un cartel publicitario con un gigante no, no ves no miras no coges perspectiva no lees lo que escribes lo suficientemente alto…un no de pupilas congelándole las manos y tiembla de acantilado, abre la puerta y un vendaval le arranca la ilusión del cuerpo, presiona su pecho adelgazándole la traquea y la pena se vuelve palabras y las palabras...
A Inés Infante le falta un sí entre el pero y el no.
Hay un pero entre las dos primeras costillas de Inés, lo mira borroso erguirse de buena mañana y ni lo saluda, le da un empujón y cae sobre la alfombra de ropa sobre los azulejos de suelo porcelánico y ajeno, se hace daño en las muñecas, en el presente, le duele el suelo que pisa y tiembla de acantilado, abre la puerta y un vendaval le arranca la ilusión del cuerpo.
Y un no, embrión del seísmo que la sacude toda la noche como a una niña con fiebre, una perra parturienta y como a una gilipollas, Inés Infante abre la ventana y un cartel publicitario con un gigante no, no ves no miras no coges perspectiva no lees lo que escribes lo suficientemente alto…un no de pupilas congelándole las manos y tiembla de acantilado, abre la puerta y un vendaval le arranca la ilusión del cuerpo, presiona su pecho adelgazándole la traquea y la pena se vuelve palabras y las palabras...
A Inés Infante le falta un sí entre el pero y el no.
7 comentarios:
"...no lees lo que escribes lo suficientemente alto..."
Poco importa la altura de la voz con que se lee cuando tanta talla lo escrito.
Gracias Toni, es un placer para Inés tenerte como lector, te regalamos un abrazo de ilusión a dos y un beso sabor turrón de almendra
Inés & Carmen
Despues del porro de Maria te he leido y tengo la sensacion de estar dentro de ti.
Bsos borrascosos.
Lola del puerto humedo.
Dentro de Inés Infante hay un puerto lamiendo el mar, una Lola vestida a lunares zapateando alrededor de sus letras, dos vasos de whisky con red bull y un seísmo recorriéndolas cíclicamente
…cuatro palmas.
Hola, soy norma de PALABrotas, muchísimas gracias por pasarte por nuestro blog. Me alegro mucho de que te guste lo que hacemos. He estado dándome una vuelta por el tuyo y también me gusta. Y eso, ándate con ojo avizor a ver si consigues dar con uno de nuestros carteles, porque quedan mucho más bonitos si te los encuentras por la calle (en el carmen).
Un beso, guapa!
Te deseo en esta Navidad toda la ternura del pasado, el valor del presente y la enorme esperanza de futuro que espero te acompañe cerca de mi.
Un beso enorme Inés
Feliz Navidad, poeta de explanadas inconmensurable, siempre cerca...
Un abrazo,
Inés
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