11.16.2007

Inés Infante 44



Una espiral transita a Inés Infante tumbada en un sofá verde, se va creando alrededor de su cuerpo una sensación envolvente que la extrapola a estadios intergalácticos, Inés, habitante del plano circundante que la traslada, levita su ancla ingrávida, aérea en un columpio flotante; Mientras, un líquido transparente de estímulos armónicos le canta al oído, Inés Infante es feliz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"...tumbada en un sofá verde...", "...en los recodos verde cuero frío..."

¡Mucho mejor ese sofá propio que un diván ajeno. ¡Dónde va a parar!

Inés Infante dijo...

Sí, sí...mucho mejor! Sea de cuero o de tela, siempre verde...un sofá de sofás acercándote

Besos,

Inés

Anónimo dijo...

Te escribo desde mi baldosa
con mi corazón roto y triste,
ni con el calor de la gente
consigo no sentirme solo.
Y llegas tú, con alas blancas
y me haces sentir bien,
me alegras los viernes de mañana,
y las noches con trozos de Inés Infante.

Gracias por transmitirme tu alegria y pedacitos de tu vida. Un saludo desde mi mar de chips y cables.