Las piernas de Inés forman parte de un reloj, giran autónomas, de modo que su rumbo es esférico al cuadrado. Por la noche el epicentro se convierte en farola, negra y ornamentada, que flota a través de un amarillo Valencia, cobrando vida en el interior de Inés Infante, y los tres giran y giran…
Por las agujas resbala el intento fallido, se escucha al universo clavarse en sus tobillos oxidados, a la nostalgia con teclas de agua frotando la lámpara, espiando la alineación de la ausencia, del agujero en la rodilla izquierda rumiante…escucha Inés el rumor mudo y se convierte en satélite ingravitto.
Inés Infante come en plato pequeño y bebe en vaso grande, se atraganta con la espina del pez espalda, y cura su garganta con miga de pan. Su garganta está arañada por un gato, por eso cuando habla le duelen las palabras y cuando grita escupe sangre.
Manca la asidera de contrastes que mecen la cuna, Inés levanta el cuchillo jamonero, lo precipita hacia los huecos, a golpes de jadeo, a picos. Se sienta en el sofá recostándose en la única idea que la arropa, Inés Infante se sienta en el sofá…
Por las agujas resbala el intento fallido, se escucha al universo clavarse en sus tobillos oxidados, a la nostalgia con teclas de agua frotando la lámpara, espiando la alineación de la ausencia, del agujero en la rodilla izquierda rumiante…escucha Inés el rumor mudo y se convierte en satélite ingravitto.
Inés Infante come en plato pequeño y bebe en vaso grande, se atraganta con la espina del pez espalda, y cura su garganta con miga de pan. Su garganta está arañada por un gato, por eso cuando habla le duelen las palabras y cuando grita escupe sangre.
Manca la asidera de contrastes que mecen la cuna, Inés levanta el cuchillo jamonero, lo precipita hacia los huecos, a golpes de jadeo, a picos. Se sienta en el sofá recostándose en la única idea que la arropa, Inés Infante se sienta en el sofá…
4 comentarios:
^-^
o_0
Un saludo entre llantos triplicados...
Uno sigue aquí , asido a la manilla del secundero , que a veces avanza inexorable hacia la perdición , para volver a empezar de nuevo unicamente un segundo despues. Por eternos que se te hagan los segundos , no olvides que son lo que son , escuetos segundos. Siempre escuetos , hasta en la pena. Un beso suave.
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